El Ave Fénix


Uff… Me siento a escribir estas lineas una vez que he llegado a casa sin muy bien saber como he llegado. Estaba tan embriagada de felicidad. Sólo quería leeros, leeros los twits, los whatsap, los mensajes de voz, las llamadas…. así estamos todos.

Venia hablando con unos amigos, llorando, y ellos solo me dejaban hablar, y yo les decía mientras las lagrimas de felicidad se me caían, con la voz afónica de haber estado 90 minutos sin parar de animar…»Era mas que un partido porque esto ya es mas que un equipo de fútbol, porque merecemos este momento tan feliz después de todo lo que hemos pasado, de esos viajes de tantas horas a Santander, a Donosti, a Sevilla…. de sufrir tantos 90 minutos con miedo a bajar al infierno, de años de palos, de burlas, de faltas de respeto… Ahora me quiero acordar de todo esto porque en aquel tiempo yo seguía sintiéndome orgullosa de mi equipo, como lo estoy ahora, porque sigo diciendo y orgullosa «¡Qué suerte tuvimos aquel dia de bajar para volver con mas fuerza que nunca!».

Y es así. Hemos aprendido a vivir soportando tanto daño que nos da miedo disfrutar, nos da miedo decir en voz alta lo que nuestro corazón se muere por chillar, porque así hemos aprendido a ser, humildes, sin mirar a nadie por encima, solos siempre ante todo y todos, pero sin dejar de creer en nosotros.

Disfrutad. Sed libres de disfrutar de este momento que vivimos porque quizás no volvamos a vivirlo. Sed valientes para seguir diciendo que somos del getafe. Sed inteligentes para mantener los pies en el suelo ante tanto halago de quien siempre nos ha machacado. Sed pasionales para gritar cada gol como si fuera el único. Pero sed del Getafe en las buenas y en las malas, porque esto es una familia y esta maravillosa temporada terminará. Quizás haya jugadores que no estén, el entrenador, quizás algún socio; pero nuestro club seguirá estando, nuestro escudo seguirá siendo nuestro tatuaje en el alma, y ahí tendremos que seguir juntos para hacer lo que mejor se nos da, reinventarnos.

Así somos, no lo olvidéis, el ave fénix.

Escrito por Capitana Azul

@MEsther86

Un Equipazo

Cuando se habla de un equipazo, lo primero que te viene a la cabeza son un conjunto de jugadores de 100 millones la ficha mínimo. Sólo jugadores que llenan portadas de la prensa deportiva y de la otra. Jugadores que abren los noticieros televisivos. Jugadores reconocibles en cualquier rincón del planeta por cualquier persona, aunque no sepa nada de fútbol. Eso es lo primero que generalmente se piensa cuando se habla de un equipazo.

Y luego está los equipazos de verdad. Los equipos que no son sólo un montón de jugadores.

Equipos en los que cada jugador juega por y para sus compañeros.

Equipos en los que sus jugadores están comprometidos al máximo.

Equipos en los que sus jugadores no escatiman nunca en el trabajo ni en el esfuerzo.

Equipos en los que sus jugadores se alegran más del gol del compañero que del propio.

Equipos en los que sus jugadores por naturaleza apoyan al compañero siempre que se encuentre en dificultad.

Equipos en los que sus jugadores todos defienden, todos atacan, todos saben que hacer en cada momento.

Mi equipo es un equipazo.

Modesto triunfo

07/05/2017 Getafe C.F. 2 (Faurlín, Chuli) – Córdoba C.F. 0. Este es el texto que quedará en las bases de datos futboleras sobre este partido, pero fue algo más.

Ha pasado casi un año desde el abandono de la primera división. Llevábamos varias temporadas jugando con fuego y por fin la caida fue definitiva. El estado de apatía se había adueñado de la mayoría de los azulones, tanto de los eventuales como de los incombustibles. El desierto no se acababa. Cualquier chispa nos volvía a ilusionar para volver a dejarnos caer en el obstracismo una y otra vez. Duro castigo para una gente cuyo mayor pecado fue el de creer que se puede lo imposible y que rozó el cielo con las puntas de los dedos en varias ocasiones.

El domingo, el estado de ilusión se desbordó en el Coliseum. Veníamos de remontar en Zaragoza y se estaba ganando convincentemente a un pobre Córdoba. Nos poníamos a 8 puntos de la séptima plaza que nos sacaría de play-off. Y con la desvergüenza del que no sabe lo que es imposible, se sueña en alcanzar al Girona para entrar en el Olimpo por la vía rápida. El campo lleno como en los mejores momentos bajo un día más veraniego que primaveral. Y entonces nos dimos un homenaje, porque nos lo merecíamos, porque nos hacía falta, porque nos lo pedía el cuerpo, simple y llanamente porque sí.

Se inició un ola, grande, hermosa. Una ola azul, completa, gracias al aforo que lucía el campo. La ola recorrió el lateral solemne, cómo si anduviera sobre una pasarela de moda. Llegó al fondo norte con una breve inspiración-expiración al cruzar la grada visitante y retomó con fuerza la tribuna. Cuando llegó al fondo sur, la ola se había transformado en un tsunami de sonrisas que giraba sobre el graderío. Una vez, dos, tres veces … hasta que la felicidad se hizo tan plena que la ola suavemente se tendió sobre nuestros asientos y nuestras camisetas. Y el estadio, en un momento mágico se aplaudió, levemente, con pudor. No sentí que se aplaudiera al equipo. Nos aplaudimos entre nosotros reconociendo nuestra paciencia e ilusión con este equipucho que nos quita la vida más que nos la da. Habíamos triunfado con uno de nuestros modestos triunfos. Cómo contra el Eibar en 2004 o el Real Madrid en 2005, como la victoria en casa del Tottenham o el empate de Contra en el Allianz Arena. 

No soy muy de olas. Soy de los agoreros que piensan que hasta el final no hay que hacer alardes de victoria. No sé si el final de este capítulo acabará en las puertas de la gloria o las cruzará como los mitos griegos. Solo sé que el Getafe debía estar donde está y en disposición de luchar por el gran premio. Para mi eso ya es triunfar. Ya hemos triunfado. Nos merecimos la ola y el aplauso. Mañana Pachón dirá.

Enhorabuena azulones. 

PD.: Hoy hace 10 años de la remontada del Getafe contra el Barsa en las semifinales de copa. ¿Seguiremos sin saber que es o no imposible?

De individuos y de colectivos

El primer mandamiento de uso de los tópicos es que hay que generalizar, hay que confundir el uno con el todo. Es habitual que para vender una idea se utilice el caso escepcional como ejemplo de una normalidad inexistente.

Está demostrado científicamente que el ser humano se comporta de distinto modo de manera individual que dentro de un grupo. Una idea de lo tribal que era muy necesaria hace cientos de miles de años. En este caldo de cultivo se reproducen con gran éxito las generalidades, los tópicos, las ideas simplistas. Solo es necesaria una semilla plantada en el momento ideal para que brote «una gran verdad» en el colectivo.

Un periodista deportivo del Cádiz con la idea de calentar el partido de su equipo en el Coliseum, sabrá bien el porqué, falta a la verdad en su artículo generalizando momentos puntuales de unos pocos de algo que sucedió hace mas de 10 años. Yo también recuerdo haber estado en ese partido, y recuerdo como de manera generalizada la afición del Getafe aplaudió a la afición del Cádiz después de despedir en su último partido en el Coliseum a Gica. Al periodista solo le interesó mantener en su mente lo que hicieron cuatro indocumentados. Insisto, él sabrá el porqué. Por supuesto que ni ha rectificado ni ha pedido disculpas.

Con esa semilla en el caldo de cultivo del colectivo, la idea de que la afición del Getafe es hostil al Cádiz crece exponencialmente. Meta conseguida. El ambiente se empieza a enrarecer en las redes sociales. Salen viejos hechos provocados por unos pocos cómo si fuera lo normal. Y varios autobuses salen de Cádiz cómo si fueran a Mosul.

Las federaciones de peñas, que son las únicas que parecen tener un poco de criterio, realizan una comida de confraternización. El ambiente general en los aledaños del Coliseum es tranquilo, es para disfrutar de esta banalidad que es el fútbol. No obstante, hay hechos puntuales que empañan algo lo que debería ser una fiesta. Está claro que las federaciones de peñas no son todos los aficionados y que un individuo no es toda la afición.

Cae algo de agua, hace frio, y comienza el partido y el show. La grada visitante comienza a faltarle al respeto a la grada local: «ea, ea, ea, Getafe es una aldea», «Son cuatro gatos»,… Los individuos se convierten en rebaño y se comportan como tal. Ninguna persona con algo de conocimiento recorre en autobus 1.400 kms para ir a insultar a gente que no conoce. Pero el individuo se transforma dentro del rebaño y se deja llevar por los que les falta ese conocimiento del que hablábamos. Y los medios de comunicación que plantaron la semilla catalogan a ese grupo con un comportamiento tan deplorable como una gran afición.

Yo, como individuo, intento evitar dejarme llevar por la tribu porque sí. Esta actitud critica me hace disgustarme por las acciones de alguna individuos que con mis colores no se comportan como yo creo que hay que hacerlo. Supongo que a ellos les pasará lo mismo conmigo. A sus ojos debo ser un sinsangre e incluso algo desleal. No obstante he de reconocer que la generalidad de los azulones son bastante amigos del vive y deja vivir.

Así que aconsejo a aquellos integrantes de «grandes aficiones» que no se dejen llevar por el rebaño. Eso es lo que hará que su afición sea grande de verdad, y no por el número.

Moraleja mas o menos extraída del twitter:

«Prefiero ser uno de los cuatro gatos, que uno de los mil borregos.»

¿Te quedas a mi lado?

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La marea azulona se hizo notar en Vallecas. Marca.com

Nunca me han gustado las cosas fáciles, esas que cuando las tienes pierden como el valor de tenerlas. Siempre me ha gustado la sorpresa, la lucha por conseguir lo que tanto sueñas, el camino para conseguir ir llenando de felicidad tu vida.

Creo que por eso elegí el Getafe, aunque igual aquel domingo que le vi jugar en 2ª también tuvo algo que ver. Del Getafe me enganchó esa ilusión que se respiraba en el Coliseum Alfonso Perez, ese anhelo de Las Margaritas y ver lleno ese campo. Ese equipo de azul que divertía, ilusionaba y llenaba corazones igual de rápido que abonos. El Getafe aquella mañana de domingo me enamoró, pero como las cosas que me gustan en la vida no sería un amor fácil…

Dos años como abonada me bastaron para ver el sueño cumplido de ver a mi equipo, pelear y ascender a primera división. ¿Os habéis fijado? «Mi equipo». Ya le sentía así aunque no sería hasta mas tarde cuando entendería el amor que siento por él.

Era complicado ir hasta Getafe. Por aquellos tiempos no tenía ni edad de tener coche, el metro no había llegado hasta donde vivía e ir cada fin de semana al campo era buscarse las castañas… Pero esa ilusión ya me movía, ya se apoderaba de mi…

Los primeros años en primera fueron magia, creo que es la mejor definición: Magia. Juego, resultados e ilusiones se iban acumulando.

El estadio a reventar, dos finales de copa del rey, jugar en Europa…. Eran buenos tiempos, de estos en los que lucías escudo y sacabas pecho cuando oías «Getafe Club de Fútbol», tiempos que se fueron acabando, no voy a entrar en motivos; pero aun con todo eso apagándose, mi corazón se encendía aun mas de azul. Con cada golpe que nos ponía del revés sacaba aun mas fuerza, en cada situación de miedo a perder la categoría sentía más ese amor al escudo.

Las jornadas, las temporadas, todo pasaba y no era consciente de que me enganchaba más y más a ese amor azul. Cada vez que leía como nos daban por muertos, cómo las estadísticas nos hundían en el infierno, soltaba una lagrima, apretaba los dientes y con la voz medio rota decía: «de esta nos salvamos». Llegue a pensar que el mundo se equivocaba, me veía en el autobús rodeada de azulones, camino de un infierno o de seguir soñando y me daba igual lo que pasase, y que esa situación se repitiera (como fue), porque me sentía orgullosa de todos y cada uno de los azulones que estábamos allí… Porque apostábamos todos por el caballo que decían que no era el ganador. Pero la ilusión, la rabia, y el amor nos daba esa esperanza.

¿Comprendes todo lo que yo viví, verdad? Porque seguramente tu también lo sentiste así… Pues es momento de apretar dientes, soltar lagrimas, pero armarnos de fuerza, ganas y esperanza para luchar por nuestro equipo. Sea cual sea el resultado estaremos orgullosos de luchar al lado de los nuestros, porque todos hemos reído, llorado, disfrutado y sufrido juntos. ¿Cuántas veces te has abrazado al de al lado en un gol?, ¿cuántas veces has criticado algo con el de al lado, aun sin conocerle?, ¿cuántas personas vez felices a tu lado cuando marcamos gol?, ahora piensa en todo esto, coge fuerzas, porque no estas solo, no estamos solos. Cada grito de ánimo, cada cántico, cada garganta rota, todo forma parte de lo que somos.

Nuestro corazón y nuestro escudo seguirán, sea donde sea, ¿te quedas a mi lado?.

#ATuLadoHastaElFinal
#SoyDelGeta

^Capitana Azul^ – @MEsther86